... y todavía odio mi trabajo.
No es por que no me guste trabajar, en realidad me gusta sentirme productiva, pero detesto lo que hago. La única persona que sale beneficiado de las consecuencias negativas que este trabajo tiene sobre mi es el Jefe del jefe de la planta. Una persona a la cual ni conozco y a la que seguramente ni leintereso. Yo sé que así es el trabajo, pero la verdad siento que me estoy fallando a mi misma... No creo que sea justo estar constantemente exahusta, frustrada cansada, estresada y harta. Si de perdido supiera que es para algún fin benéfico, todavía estoy dispuesta a sacrificarme, pero le estoy ofreciendo a mi hijo una mamá cansada y sin energías a cambio de tener comid en la mesa... Estoy segura que si mi hijo pudiera elegir, elegiría no comer a cambio de tener a su mamá un poco más de tiempo. Duele...
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