Sofocante. Húmedo. Crea un aura alrededor de tu ser. A veces llega un viento dulce, lo sientes casi esperanzador. Pero cuando menos los piensas regresa burlón, jugueteando con tu paciencia y tolerancia. Pero te recuerda que no es nada que un fresco baño no calme, nada que ese mismo viento ya envuelto en oscuridad no apacigüé. Ya mañana, a lo mejor se vaya calmando la canícula. A lo mejor no.
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